domingo, 27 de enero de 2008

Joaquín Leguina. Destino: Yugoslavia



El acuerdo político entre nacionalistas (Galeuscat: gallegos, vascos y catalanes) que el lehendakari, Juan José Ibarretxe y Artur Mas recitaron a dúo el pasado 17 de enero, con la vista puesta en las próximas elecciones generales, es apenas el aperitivo de una estrategia separatista que se esconde detrás de un eufemismo: "El derecho a decidir". De eso habló el lehendakari Ibarretxe en Barcelona ante la Plataforma PDD (¡ojo al parche!) "Plataforma por el Derecho a Decidir", organizador: Círculo de Estudios Soberanistas. ¿A dónde quieren llevarnos éstos?, sería la pregunta más pertinente. Destino: Yugoslavia, sería la respuesta.

Sin embargo, hay esperanza, porque el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero sostiene (13-I-2008) que Cataluña no es una nación: "El Estatuto Catalán lo único que enuncia —en su preámbulo— es que el Parlamento catalán ha dicho que Cataluña es una nación, pero no reconoce a Cataluña como nación", para añadir tímidamente: "constitucionalmente parece que el término nación está reservado a España". Desde su rebosante optimismo, Zapatero continúa: "Yo creo que (el Estatuto de Cataluña) fue un acuerdo muy acertado, porque fue pacificador". ¿Pacificador? Sorpresa en el auditorio.

En cualquier caso, las elecciones debieran servir para aclarar el galimatías nacional y, si parece que la palabra nación sólo es aplicable a España, bueno sería que lo supieran los de Galeuscat. ¿De qué manera? Mediante un acuerdo entre los grandes partidos que deje definitivamente claro que con estas cosas no se juega.

Que la Constitución no es una goma de elasticidad infinita y —de paso— que a ese Círculo de Estudios Soberanistas se le subvencione para que se instale definitivamente en Yugoslavia, donde podrá realizar varios e interesantes trabajos de campo.

A ver si, de una vez, nos ponemos socráticos y entendemos que toda persona que trabaje en política para promover el conflicto en su propio beneficio o en el beneficio de los suyos no es verdaderamente un político, sino un delincuente habitual.
Joaquín Leguina

3 comentarios:

Butzer dijo...

Esta es la parte del PSOE que actualmente "no pinta nada" a nivel nacional gracias a Zapatero. Por eso la marcha de Joaquín Leguina de la política. Una lástima.

la Guillotina dijo...

Hasta las narices de estos hipócritas del PSOE que esto denuncian pero luego a votar y a seguir en el partido. Me recuerda a Guerra con el estatuto catalán. Tiene razón Butzer, nada pintan en el PSOE pero porque son peones de brega, al final siempre al servicio del partido. Que se vayan con sus lamentos a otra parte.

Jefe Rojo dijo...

Desgraciadamente suele ser así. Leguina és para mí, el socialista que más claramente expone sus críticas hacia el gobierno de Zapatero, su articulo- prólogo que hace del libro de Francisco Sosa, El Estado Fragmentado, es para enmarcarlo. Es el que parece más sinceramente afectado por la política de sus representantes.

Sus análisis casi siempre coinciden con los nuestros, a mí me da que éste, en éstas, se abstiene o vota en blanco por lo menos.

Un saludo a los dos, y me alegro de ver que ha vuelto al tajo La Guillotina.