sábado, 24 de noviembre de 2007

Hasta la bandera

No le perdono a la derecha que se haya adueñado de la idea de España, ni a la izquierda que se lo haya permitido.

Arturo Pérez-Reverte

Ante tanta guerra de banderas, una no puede dejar de preguntarse cuánto tiene realmente de artificial el debate --por más que Zapatero diga que lo es-- y cuánto hay de verdades de fondo en lo que dicen unos y otros. Y de verdades a medias, claro. Y de mentiras descaradas.
Para alguien a quien las banderas no le importan demasiado, este tema parece sacado de quicio y de entrada habría que darles la razón a quienes dicen que todo esto es un invento del PP para arremeter contra el gobierno. Una excusa más. Pero ocurre que la reflexión pausada y sin prejuicios lleva a la mente por otros derroteros.

Dejando aparte la afición de cada cual a las banderas, agradecería que alguien me explicase por qué el gobierno de todos los españoles se resigna a dejar que no se cumplan las leyes (me refiero, claro está, a aquella maravillosa intervención de Bermejo) que exigen que la bandera nacional ondee con el resto en todos los ayuntamientos. Se pregunta una también por qué no se ven nunca banderas españolas en manifestaciones izquierdosas, mientras que es de lo más frecuente verlas de la Cuba dictatorial, de la ya extinta URSS --también muy democrática, como todos sabemos-- o de aquel régimen que se implantó en el solar patrio y que, buenas voluntades aparte, tuvo el dudoso buen gusto de ser patrimonializado por los primeros que en él ocuparon el poder --de algunos de los cuales, por cierto, también cabría dudar en lo que respectaba a su talante democrático--. Si es tan habitual que se porten todas estas enseñas en actos reivindicativos, determinada izquierda tendrá que dejar de alegar que es que no le gusta todo lo que implican las banderas. Habrá que pensar que lo que no le gusta es lo que implica la bandera española.

Y entonces volvemos a lo de siempre. El argumento peregrino de que es que "esa es la bandera de Franco" descalifica de entrada a quien lo usa, porque semejante incapacidad de abstracción --sí, son los mismos colores: ¿y qué?-- ante lo que no es más que un trozo de tela no dice demasiado en favor de nadie. Connotaciones sentimentales aparte --que las hay y son todo lo legítimas que es cualquier sentimiento, pero que no deberían estar en la base de actitudes políticas--, lo cierto es que la bandera constitucional representa al país y al conjunto de sus ciudadanos. Que optemos por no llevarla me parece muy respetable: de hecho, a mí difícilmente se me verá con una, porque no soy de las que andan reivindicando lo obvio. Salvo que un día me canse, claro. O que un día lo obvio deje de parecer tan obvio, como parece que ocurre en determinados círculos. Porque igual de respetable debería ser la opción de portar la bandera nacional; desde luego, lo que no se entiende es que en sí misma la enseña constituya un síntoma de ultraderechismo o de quién sabe qué terribles dolencias psíquicas, siempre según la misma gente que opina que son maravillosas algunas de las otras telas de colores ya mencionadas, a las que cabría sumar las ya cansinas senyera e ikurrina. (Nótese que mantengo la grafía de los idiomas respectivos, no vaya a ser que me acusen de fascista intransigente.)

La derecha se ha adueñado de la bandera, se dice. No deja de ser cierto, como lo es que Rajoy y sus compañeros de partido están aprovechando el tema para tener un reproche más que hacerle al gobierno. Pero he dicho que están aprovechando el tema, no que lo estén creando. Porque si es cierto lo anterior, no lo es menos que cierta izquierda parece tenerle alergia a la palabra España y a sus símbolos constitucionales, y que a juzgar no ya por la existencia o no de grandes gestos patrióticos (que son lo de menos), sino directamente por algunas de sus políticas concretas, el Partido Socialista Obrero Español quizá sea de todo menos Español (también es de risa aquello de que es Socialista y Obrero, pero bueno). O que al menos esto cabe opinar de quienes ahora mismo lo representan (sí, dicho sea de paso: creo que hay otro PSOE; lo que no sé es dónde está escondido). ¿Hasta qué punto es lícito quejarse de que la derecha ha patrimonializado los símbolos nacionales, si la izquierda los ha despreciado?

Lo malo es que la cosa no se queda en los símbolos. Los símbolos, al fin y al cabo, son lo de menos. Y conste --tal como andan las cosas, hay que dejar estas cosas claras-- que cuando hablo de España no me refiero a ese ente trascendental que una gran parte de la derecha identifica con el nombre (como una gran parte de la izquierda identifica otras banderas con otras nociones trascendentales: no tiene más sentido una cosa que la otra, ni es menos dañina). Cuando hablo de España me refiero a la nación de ciudadanos. Aquel invento de la Revolución Francesa. Aquello que en un pasado ni siquiera tan lejano era tan de izquierdas.

Qué tiempos aquellos.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Con relación UPyD y Ciudadanos

Creo que Un partido no es un fin en si mismo, es un instrumento que nos sirve, en primer lugar para publicitar unos planteamientos políticos, para aunar en torno a el a las personas coincidentes con dichos planteamientos, y posterior mente si se puede llevar a cabo una serie de iniciativas, medidas, acciones, para conseguir determinados objetivos
Ciudadanos y lo que representa, obtuvo un impórtate éxito, al conseguir representación parlamentaria , seria bueno que no perdiéramos, por ser incapaces de entendernos entre nosotros (me refiero a todos los que estamos o detrás de UPyD o de Ciudadanos)
Si estamos ante objetivos similares, somos el mismo electorado, ¿Qué impide ser el mismo partido?, ¿Qué impide presentarse en coalición? y en cualquier caso, dejo mi opinión, porque como dijo Mao Tse-Tung
“La crítica debe hacerse a tiempo; no hay que dejarse llevar por la mala costumbre de criticar sólo después de consumados los hechos.”

Un saludo kandisky

Anónimo dijo...

Amigo Kandisky, como tú, también veo la necesidad de ir en coalición con el UPD, pero está visto que UPD está compuesto de políticos profesionales y personalistas. Si el fin fuera más importante que los personalismos, Rosa Diez, y el chulo de Gorriarán, no habrían dicho que no a la coalición, a pesar de que tengan más o menos simpatías por Rivera.

Un saludo compañero, por mí, que no quede, estoy al favor de la coalición. Ciutadans no ha cerrado las puertas a la coalición, pero entenderás que ha de ser UPD quién mueva ficha.

Jefe Rojo

Anónimo dijo...

!Ah!, se me olvidaba,también te agrego al blog, y gracias.

Jefe Rojo

A. Sánchez dijo...

Jefe Rojo, a mí este tema me recuerda lo que decía mi abuelo: "Que se joda el capitán que yo no como rancho". ¡Vaya! aunque yo no salga, que el otro tampoco. Un abrazo.

A. Sánchez dijo...

Más por parte de UPyD que nuestra, eso sí...

Jefe Rojo dijo...

Sabater y Rosa me han decepcionado, creía que el fin estaba por encima de luchas personalistas, pero compañero, no es hora de tirar la toalla, sino de continuar con nuestro empeño en cambiar las cosas, y si hay algo real, es Ciudadanos.

Angel, un abrazo, me paso ámenudo por tu blog.

A. Sánchez dijo...

Ya suponía que eras el Gran Jefe Rojo de la etapa del foro de CdC, pero realmente me tienes intrigado pues no te identifico.

Anónimo dijo...

Ya sé a quién te refieres,...... pero no, yo soy el de Hospitalet, lo siento, el otro, era el del foro. Y sí, adopté su mote.

Anónimo dijo...

No te cobraré por apropiarte de mi nick. Me mata tanta bondad.

Salud y Republica.
JefeRojo

Anónimo dijo...

Gracias, Gran Jefe Rojo de España. ¿Qué és de tu vida?. ¿Has vuelto a las andadas o estás con nosotros?. Ya sabes, aquí, algunos te hechamos de menos.

Un saludo.

Jefe Rojo de Hospitalet,.... y es qué hay tantos Jefes Rojos, yo soy de la tribu de los Picaceños ¿y tú?.

Anónimo dijo...

Para mi esa bandera representa al estado opresor, a Paco y a su pollo, vamos me quema la vista con solo verla, ainsss pero que mas da,nunca entenderas el derecho a la autodeterminación, ainsscon lo españolito que tu eres jajajaja

Jefe Rojo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jefe Rojo dijo...

Querida amiga, esa bandera es constitucional, representa a la España actual, a mí también me gusta la republicana, pero ahora mismo es esta.

Yo soy español, pero ni soy, ni he sido nunca nacionalista español, no como tú, que sí que eres una nazionalista catalanista, ¿ verdad? Más,… hasta racista. Qué te quema? el color? Los colores ya estaban antes de Franco y la republica.
Explícame tú que es la autodeterminación guapa. Yo tengo una ligera idea.

Salut