lunes, 15 de octubre de 2007

España como ciudadanía



" ... estar en contra del nacionalismo catalán implica -sensatamente-estar también contra el nacionalismo español, no menos indeseable." Iván Tubau

"España no es una idea. Es una acción. Es un Estado de Derecho. Es un pacto constitucional ( . .), es un plebiscito diario, a la manera de Renan y el republicanismo. Pero España, sobre todo, es una acción diversa." Arcadi Espada



La génesis de Ciutadans corresponde a la cristalización de un malestar creciente en la sociedad catalana con un imaginario nacionalista, cada vez más opresivo, en el que Cataluña se define como un cuerpo que trasciende la mera agregación de los ciudadanos que la forman para constituir una entidad dotada de personalidad e identidad propia, titular de derechos y libertades colectivas en nombre de las cuales el nacionalismo lleva a cabo una política abiertamente hostil, en algunas ocasiones, con los derechos y las libertades individuales.

Frente a este paradigma, Ciutadans opone un modelo de Cataluña y de España netamente no-nacionalista, es decir, que rechaza explícitamente las naciones y las comunidades de base identitaria (una lengua, una historia, unas costumbres, un territorio) para lanzar en su lugar una idea de nación cívica, vinculada a un Estado garante de los derechos y las libertades individuales y engarzada en el concepto de ciudadanía. Ahí radica una de las peculiaridades del movimiento que ha dado lugar a C's: Ciutadans es un proyecto catalán que tiene un modelo nacional de España, un proyecto cívico y nacional, explícitamente no-nacionalista, para España y, por tanto, también para Cataluña. O, en palabras de uno de los promotores, "Ciutadans nació precisamente como un proyecto catalán, sí, pero sólo en la medida en que todo proyecto catalán es un proyecto español".

En ese sentido, rechazamos la mitología nacionalista española de igual manera que rechazamos la mitología vasca, catalana o de cualquier otro tipo. El nacionalismo español, cuyo última expresión institucional y organizada desapareció con el franquismo, es, ante todo, un nacionalismo, y como tal, equiparable a los nacionalismos denominados periféricos. En todos ellos late una identidad excluyente que se construye y se concibe contra algo o contra alguien, una identidad con base lingüística, étnica, religiosa o histórica que se emplea como combustible de una patria soñada homogénea y considerada sujeto de derechos en competencia y con prioridad sobre los únicos titulares de derechos y libertades que Ciutadans reconoce: los ciudadanos.

La nación española que abandera Ciutadans es, en consecuencia, una nación cívica, de ciudadanos libres. Tiene su base y su origen en el pacto constitucional que refrendaron los españoles en 1978, se plasmó en la Constitución vigente y se ha desplegado en un Estado social, democrático y de Derecho que garantiza nuestra ciudadanía y protege los derechos y las libertades que de ella se derivan. España es una nación de ciudadanos, o nación política, porque tal fue la voluntad de los españoles en 1978 y tal sigue siendo. España es una nación porque cuenta con un Estado con vocación de permanencia.

España es un país complejo, que alberga en su seno realidades e identidades culturales y lingüísticas muy diversas. Hay, por ejemplo, regiones con una única lengua oficial, el castellano, y regiones bilingües, en el que el castellano comparte cooficialidad con el catalán, el gallego o el vascuence. En Ciutadans somos conscientes de esa diversidad, la respetamos y consideramos que la nación española, y por tanto el Estado y todas sus instituciones deben comprometerse en su protección desde un laicismo inclusivo entendido como neutralidad y respeto, aplicable a todo a las identidades privadas, ya sean lingüísticas, religiosas o culturales, que alberga el país. Precisamente por ser una nación cívica, España no puede tomar partido por unas identidades sobre otras y debe ampararlas todas, puesto que todas son igualmente españolas o, lo que es lo mismo, propias de ciudadanos españoles. En ese sentido, consideramos que la riqueza cultural y lingüística de España es patrimonio de todos los españoles, sin distinción. Esta convicción de que la pluralidad es un valor de todo el país y de cada una de sus regiones ha llevado a Ciutadans a defender el bilingüismo en Cataluña, y llevará al partido a hacer pedagogía de esa pluralidad y de esa riqueza en cualquier punto de España. La aspiración de una Cataluña oficial reconciliada con la pluralidad de la Cataluña real que guió nuestro primeros pasos se articula a nivel nacional en una apuesta decidida por una España consciente de sí misma, de la diversidad que encierra y de su naturaleza nacional, cívica y política.


Apuntes sobre consideraciones relativas a orientación política en C's.

Juan Antonio Cordero.

1 comentario:

Butzer dijo...

Haber si de una vez se aclaran algunos que ser no-nacionalista, es no serlo vasco o catalán o español. Como bien dice el post.