sábado, 8 de diciembre de 2007

¿Que pintan los nacionalistas en las Elecciones Generales?


Cachorros nacionalistas con el cerebro lavado o metafóricamente lobotomizados en escuelas, asociaciones, y centros educativos de Cataluña, a base de dogmas, consignas y adiestramiento sectario, entierran la constitución española.


¿Que pintan los nacionalistas en las Elecciones Generales?


A mi entender, la máxima que mejor ha definido históricamente la esencia del socialismo es la que dice: -"Proletarios del mundo uniros." Me explico.

El socialismo es en los fines perseguidos una doctrina de carácter totalitario. Las fronteras a su entender son ideológicas y sólo existen para ser derribadas; pues la supervivencia del movimiento así lo exigía. Por tanto, la entelequia socialista no puede admitir postulado separatista alguno. Analizando la historia pasada y a la realidad presente de los países que introdujeron doctrinas socialistas en su arquitectura de modelo estatal no se encuentran conductas en sus dirigentes que haga pensar lo contrario. Sólo en los regímenes democráticos modernos, prácticamente en Europa nada más, han podido coexistir conjuntamente portadores de ideologías de todo corte y confección; y, ello, por la necesaria existencia, para concurrir a los diferentes sufragios, de formaciones políticas, con proyectos concretos más o menos influenciados por doctrinas políticas históricas pero que deben su existencia a una determinada masa de votantes fieles en las urnas. Sólo aquí, en los regímenes democráticos, la esencia del juego democrático, que debe exigir a sus políticos ser demócratas por encima de ser afiliados, es donde se dan las circunstancias que permite la sustanciación de una nueva raza de políticos que muestran su verdadera forma de pensar, por lo general más personal que doctrinaria, sólo si se ven obligados; entonces, el Poder deja de ser un Medio para convertirse en un Fin en si mismo. Bajo este prisma el totalitarismo esencial a las prácticas socialistas se convierte en un estorbo a eliminar, dando paso a sacrílegas uniones. Aunque la suma de elementos socialistas, nacionalistas y radicales para compartir el Poder compartiendo los votos obtenidos por cada cual en las urnas, dejando de paso fuera de juego a los conservadores, sólo se ha dado en España y en dos ocasiones: durante la Segunda República y durante la actual Monarquía Parlamentaria.



Pero, y los Nacionalismos. Los movimientos nacionalistas son, por definición, separatistas, luchan por independizarse de un ente superior dominante por lo que su lucha, además de gozar de una cobertura doctrinal, diferente en cada caso, se basa principalmente en hacer todo el daño posible al enemigo dominante, para lo que no dudan en emplear la Violencia como rutinaria tarjeta de representación. El nacionalista que participa con su voto en elecciones centralistas es como el anarquista ateo recalcitrante que todos los domingos y fiestas de guardar gusta de ir a misa. ¿Tiene sentido esto? Por supuesto. Sólo que bajo el prisma nacionalista. La historia enseña que los movimientos nacionalistas, otrora también conocidos como "románticos", obedecían a los intereses de burgueses en busca de los privilegios que sustenta la clase dirigente del odiado Gobierno centralista, el afán de poder, con sus respectivas prebendas, condiciona credos ideológicos y, por ende, políticos. Lo primero que conoce el Nacionalismo, fuese cual fuese su naturaleza intrínseca, es la deuda que tiene su existencia con el Estado Central al que dice oponer. El Nacionalismo más que romántico es ante todo práctico. Persigue situaciones aparentemente independentistas, en la retórica, pero crematísticos en la práctica. Por experiencia histórica los nacionalistas conocen que el triunfo de los planteamientos retóricos independentistas, conllevaría la desaparición del movimiento nacionalista como tal. Con la independencia el nacionalismo se convierte en centralismo sin más, siendo consecuencia a sacar de la independencia que los privilegios ansiados dejan ya de ser y costeados por el anterior Estado Central corriendo los gastos a cuenta del tendrían que ser costeados por los nuevos estadistas. El nacionalista conoce que la mejor manera de medrar es, permitan la analogía mafiosa con el chantaje y la extorsión siempre presentes en la coexistencia diaria, que pretenden eterna pues lo contrario sería su suicidio, con el opresor Estado Central, aprovechando los resortes del Poder Central, en su provecho.

Un ejemplo gráfico de lo aquí expuesto que, a mi entender, explicaría la presencia de personajes que se erigen defensores de una izquierda socialista, que me parece históricamente por definir, y ocupan puestos de gobierno en alianzas con causas nacionalistas , lo constituye Sicilia y la historia de la Mafia. La Mafia siciliana, desde el principio de su existencia, hasta la década de los noventa del pasado siglo XX que se quito la careta, puso todo su poder de disuasión, en aras de la ambigüedad, en difundir una leyenda, confusa de contenido, en la que se resalta el hecho mafioso como rasgo característico de la personalidad profunda siciliana; es decir, la mafia no existía como la Honorable Sociedad, existía como forma de histórica de comportamiento de los sicilianos respondiendo a los invasores de turno. La Honorable Sociedad utilizo a su antojo en su provecho el sentimiento nacionalista siciliano como arma arrojadiza contra el Estado Italiano Central; dándose ocasiones principales la de después de la unificación italiana de Garibaldi, nacimiento de la actual Italia, y tras la ocupación de Sicilia por las tropas aliadas en la Segunda Guerra Mundial; en esta última ocasión, la pretensión siciliana por independizarse de Italia conllevaba el afán de ofrecerse a formar parte como un nuevo estado satélite de los Estados Unidos. Dejando aparte los folclóricos detalles anteriores, la Mafia siempre ha contado en principal afán conseguir el control completo del Estado Italiano y sus recursos; para lo que no duda en apoyar a todos los partidos políticos existentes, cristianos, conservadores, social demócratas, socialistas, comunistas, radicales y los mentados nacionalistas, infiltrando la corrupción en ellos hasta conseguir el dominio de sus resortes de poder para asegurar el reparto del "Pastel Público entre los amigos de los amigos."


Un amigo de L' Hospitalet

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los nacionalistas no pintan nada en unas generales en particular ni en un mundo moderno en general.